El imaginario mas salvaje de todos..

- I give you fish

I give you candy

I give you everything

I`ve got In my head -.

(B-52`s, Wild Planet)

6

Ahora, que he aprendido

en estos tiempos que corren,

a respirar al nombrarte

Hija-Mujer-Madre.

Y que me estallen crayones,

astillas de colores los dientes.

Yo que en ti he muerto.

Yo que en ti he nacido.

Yo, que te senti

cimbrarte como un junco.

Caminar descalza

por los cristales rotos

del perimetro de mi alma.

Yo que nombrè

letra por letra los perfumes,

los misterios, la religiòn,

que es tu cuerpo.

Yo, que arrasè tus campos,

derribè tus templos;

yo que te arrastrè a este abismo,

para salvarme

forjarme tu sìmbolo

tu mito y pervivirnos.

Expongo,

- pese a tener los pulmones

cansados de pensar en lo perdido-,

mi monòlogo errante

terco, rojo y negro,

de paisajes impacientes

polares en el rendimiento

de teñidos dientes

y eternas doce campanadas.

Yo, que bailè

fascinado a tu alrededor,

como los insectos nocturnos

en las bombillas de los insomnes.

Balbuceo y valvulo

atragantado y como puedo,

mi canciòn a ras del suelo

hermètica y veneno.

Sobre las despedidas

- con palabras todavia con el frescor

y la temperatura de la menta -

de las esposas que sacrifiquè

al tiempo (su miedo) acechando

disfrazado de poco en la multitud,

como una inmensa bestia negra

agazapada a la vuelta de la esquina.

Y sobre el verdugo

como la mayor de las victimas

al condenarse a ser habitado

por los fantasmas

de los victimados y mazmorra.

Cuando la incertidumbre

es tan solo una circunstancia.

Tan solo un alambre.

teeenso una cuerda flOja,

entre la realidad el deseo

la nada la nada.

-¿y què màs, Y què màs?-

- la desesperaciòn como un fardo

de cabezas cortadas ¡podridas! a la espalda.

¿Desde cuantos puntos de vista

me habrè de acercar?

hasta borròn y cuenta nueva -zig-zag-,

explicar del pelo a la matemàtica

del mito a las uñas,

La Sombra de sòrdidas bellezas,

- vestimentas pura ebriedad a los ojos -,

en la completa y desquiciada

aniquilaciòn de uno mismo

y del ser amado.

Con su cuello crujiente, su asombro-,

entre mis manos crispadas su yugular,

mi aquelarre de verso maldito.

Su labio de labio azul al vacio.

Mi beso posado en su ano.

Y La Carne en el vèrtigo de la visiòn,

- con la fugacidad de los fuegos artificiales-

de planetas màs allà de Oriòn orlados,

por anillos de gases de perfectos contornos

y diàlogo secreto de fruta orgasmo y canciòn.

Lo impostergable de la redenciòn.

La certeza de la tierra inaudita

al alcance del ojo salvaje y de la mano

aquì y ahora (a la caca le dì alcance)

Con las serpentinas

que un dìa anudè

todo sensaciòn al cuerpo

desnudo de amazona y misterio

de la que me brindò

una esperanza y sernos.

Para dormir-otra vez-

tranquilo cachorro en la ternura

y vientre de la Osa Mayor.

Yo que en mi infancia

de tronchagerianos y despellejalagartijas,

arropado por lejanas montañas

en lejanos istmos càlidos y azules,

creí, sinceramente creì,

en la infinitud del nùmero cien...

...pero sucumbì.

Ya nunca,- nunca volverìa a ser el mismo. Nunca.

Sombra y Carne.

Oscar Ordoñez Lastra.

Primera Ediciòn, Grupo Milenio, Tegucigalpa, Honduras, 1997.