Craziness beyond frontiers

Tuesday, January 30, 2007

Viejas Mascarillas de la Isla del Sol!!!


Conàn, The Barbarian, en una esquina del ringside, en la opuesta: Condorito con una gota de sudor en la frente y una toalla playera - estampado florido - alrededor del cuello. LLeva como siempre, puestas sus chancletas de hule (color rosa).

Paseando su aritmia glùtea sobre la lona: Kim Basinger, alza como un trofeo una pancarta con el nùmero "1" - First Round -, y en la primera fila del lado oriental del cuadrilàtero, muy cerca del panel de los comentaristas de radio y televisiòn, fumando con fruiciòn y con una camarita digital entre las piernas, un tipo que sospechosamente se parece a Julio Cortàzar - sin barba -.

Sì: hay apuestas!!!, - tambièn hay flashazos dispersos -, y hay una banda marcial, de esas que incluyen dos helicones, una ùnica y pretenciosa lira, y una cuerda de tambores que parece de murga. Ergo, hay presencia militar y eclesiàstica, ministros de fè y los otros del Ministerio de Defensa - conversan entre ellos, y algunos hasta brindan con champaña -.

Hay un resplandor: una chica guapa entre el barullo del pùblico, limàndose y esmaltandose las uñas de una mano con la otra, para hacer tiempo. Pasa un vendedor de manì y chocolatinas y al tratar de esquivar a un parroquiano borracho en la misma fila de la chica, tropieza, casi cae, y al tratar de recuperar el equilibrio, de un codazo le estropea el esmalte de un meñique a la chica. No pasa nada, ella le refunfuña una groserìa, el vendedor le ofrece una disculpa ràpida y prosigue su ambulatorio capeo y su cantinela: ¡manì - salado/confitado -, bebidas!!!

Por encima de la calva del refereè, por fin deciende invertida y colgada como en un trapecio, la cabeza oblonga de un micròfono - como un falo reptante y siempre extraviado que pretende a Kim Basinger-, piensa el Cortazar lampiño .

El refereè alcanza con la mano izquierda el pene volàtil, se lo acerca a los labios y hace las presentaciones de los contendientes: "in this corner (señalando la esquina de Condorito), from the most deepest and dangerous regions of the Andean Mountains, and those closer to the anger and hostility of the forgotten ancient cannibals tribes of the Peruvian Amazon, Mr. Cèsar Vallejo!!!!

Todos, pero sobre todos, una manga de indias enanas de pieles tostadas y de razgos al màs puro "Inty Raimy Fashion Concept", gritan vìtores, y ensordecen hasta a la banda marcial, con los soplidos de sus quenas y aporreos de trutrucas, mientras los ministros de fè se santiguan y los de la otra instituciòn uniformada, discretamente, llevan sus manos derechas al cinto, para acariciar las cartucheras de sus revòlveres de servicio.

A la chica de la lima y el esmalte de uñas, rosa tambièn por cierto, todo esto de las presentaciones, no parece importarle, ni siquiera se inmuta, y con displicencia, pasa del manicuro a la podologìa.

Sì, es probable que tampoco le importe, que lleva puesta una falda muy corta, y que cruzar una pierna, a la manera de quien acomoda un tobillo sobre un muslo - casi al borde de una rodilla -, le signifique evidenciar un paraìso, el motivo de un crimen cualquiera, o simplemente, un pozo sèptico.

A David Gilmore, quien tambien asiste al espectàculo, la indiferencia de la chica, no le pasa desapercibida, y a pesar del ahumado de los cristales de su palco, se le puede distinguir, marcando urgentemente su telèfono mòvil, probablemente a un nùmero en Londres, para comentarle al ex agente de Pink Floyd, que le acaba de atorar la cabeza la idea completa de un nuevo albùm conceptual, esta vez en estudio y quìntuple!!!.

Toca el turno de la presentaciòn del otro oponente y el pelòn de camisa a rayas verticales, a quien todos dan por conocido como "el refereè", misteriosamente, antes de acercarse de nuevo el priapo mareado a la boca, escupe un gargajo al cuero curtido de la lona, como siempre que se escupe al suelo pùblicamente: con desprecio.

¡Misericordia! se le escucha clamar hacia los reflectores de techo del hemiciclo, a un homeless/linyera con cara de santo, y barba de santo, o caballero medieval de las cruzadas màs danbrownianas, o ìcono piadoso del renacimiento màs caleidoscòpico, que nadie sabe, como diablos se infiltrò a la gran fiesta pugilìstica de esta noche en el Yankee Stadium/Luna Park.

No obstante el clamor del santo, el refereè se dispone nuevamente a vociferar, como quien se dispone a algo solo porque "es parte de su trabajo", o por capricho, y ladra de frente al glande amplificador: and in this corner, walking alone, in between the crapy, rubish, toxic and also poetic streets of the once upon a time, town of "the owners of a lonely heart", and so forth, just a place called: "el hoyo de Matagalpa": Edèn Pastora, alias "el Comandante Zero".

Al turno de la presentaciòn, no sè sabe, donde, pero se sabe, que a pesar de sus delicados estados de salud, viejos lìderes de las viejas revoluciones latinoamericanas, prenden un habano, y los que no - ya sea por un fibroma pulmorar, o porque estàn muertos -, desde sus catres, o sus tumbas, apretan los mangos de cuero curtido, como la lona, de sus machetes (Sandino tambièn aprieta los dientes que le quedan a su calavera).

Nadie sabe en què terminarà todo esto, la lucha es desigual, el refereè, claramente, padece simpatìas, o lo que es lo mismo, antipatìas, quizà el tema trasciende lo emocional, y es un "refereè pago" (ya no queda deporte ni sana diversiòn dònde no haya metido dinero sucio Siciliano, o dinero de polvos para hornear, o dinero de la pòlvora), lo cierto, es que lo que toma llevar la historia a este punto, tramar una madeja tan insòlita, y luego intentar destejerla, serà siempre una empresa inùtil.


Valga el texto para pasar las horas, y luego pasar otras, haciendo aparecer y desaparecer zombies y conejos sin orejas, o sin rabo, desde el fondo del sombrero de copa que se encaja "nuestro querido Watson", quien, por cierto, siempre asiste a las galas del crimen en el London Theatre.


Y ninguna ficciòn que se precie de tal, por naturaleza literaria, serìa completa, si ninguno de todos estos, que fluyen, que miran, que gritan, o que no aparecen nunca, comete un crimen o se enamora de la manicurista, o se calienta con la podòloga.


Las cosas estàn de este porte: Roger Waters puso buena parte de la guita para extorsionar al pelado, para que el pelado le permita a Zero pegarle discretos pero certeros puntapiès en las chimpinillas y le de apretones en los cojones a Cèsar (Vallejo, y no Aira), durante los infaltables "cuerpo a cuerpo".


En otro lugar del planeta, que bien podrìa ser un puticlub caraqueño o la discreta y maloliente covacha que habita un mùsico "indie" o un poeta "indòmito", se siguen cociendo habas.


Las chicas del puticlub no escatiman en mimos agradecidos en retribuciòn a "los tragos para damas", y tampoco son muy discretas para sugerir un "paseo por el reservado".


El mùsico y el poeta, deambulan sigilosos por los pasadizos màs oscuros de la enciclopedia del "mainstream" (musical o literario, ambas caras de una misma moneda: la acuñada para conmemorar la muerte del Rey de los Güevones), pero sobre todo para estar seguros que sus mùsicas y sus poemas, no se parecen en nada, respectivamente, a los albumes conceptuales floydeanos, ni a la poesìa de Vallejo.


¡No Señor!, esto, lo nuestro, era antes absolutamente inconcebible, y sì pone Ud. cuidadosa atenciòn se darà cuenta, que los riffs solo son guiños a Gilmore, y la desolaciòn, es màs cadenciosa que en los poemas de Vallejo. ¡Ni que decir de ambas polirritmias!.


El poeta cede. El mùsico cede. El poeta colecciona condoritos, el mùsico colecciona bootlegs de Pink Floyd. Ambos coleccionan viejas portadas de Vanity Fair o Vogue donde apareciò Kim Basinger, o chicas parecidas a Kim Basinger. Ambos se cuidan de agraviar a las instituciones, gubernamentales y eclesiasticas, sus poemas y sus canciones, no trasuntan otra cosa que metaforas edulcoradas o, fraseos pegadizos.


El poeta y el mùsico, ambos, lucharon sus revoluciones personales, con mas cojones que el mismìsimo Comandante Zero, la tarde que se tomò Managua. Con Zero solo comparten una cosa: el recuerdo angustioso de la noche en que aquellas chicas, con displicencia y sin recato, dejaron de amarlos, y con desdèn, y con desprecio - como siempre que se escupe al suelo -, melindrosas y petulantes, prosiguieron con sus manicuros y pedicuros, solo para ocuparse en algo mientras terminaba de amanecer.


Ni el Julio Cortazar visionario de aquel entonces pudo salvarles de la voràgine: Ùltimo Round!!!, Round About Midnight!!!


Conàn, o Rocky Balboa dado el caso, enmienda sus diferencias con el respetable en una Conferencia de Prensa televisada a todo el planeta, y admite: I'm a looser!!!


Y ya con las pezuñas nacaradas, la chica enfunda sus pasos en sus sandalias de hule - rosa, por cierto -, unas hawaiannas regalonas compradas en un bazar de bisuterìas de Copacabana, y con discreta disposiciòn, recoge su mòvil de la cama, lo hecha dentro del bolso, y sin remilgos, da la espalda al camastro, y a los reproches - que esta parte son muy parecidos a las promesas desesperadas -, y menea sus contornos hacia la puerta de salida, ya no para anunciar el inicio de un nuevo round, sino para dar terminada otra lucha personal: Knock Out!!!, knock, knock, knocking on Heaven's Doors!!!


El poeta-pùgil, el mùsico pùgil, deambulan por las veredas màs solitarias de la misma ciudad, pero no se encuentran, si acaso, alguna mañana con olor a pan amasado recièn horneado, en las pàginas del mismo libro: una vieja ediciòn de un Manual de Kick Boxing y Full Contact.


El poeta, el mùsico, ambos habituès del mismo "reservado", ordenan al garzòn con facha de matòn e impostados modales de Maitre, un papelillo de cocaìna, y por sì acaso: una pìldora de sildenafil.


A lo lejos, se escucha desvaneciendose entre bocinazos fugaces y en la penumbra de los siglos, el guateo trastabillante de una banda marcial: una lira, dos helicones y una cuerda de tambores de carnaval!!!


Wish you were here!!!


1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

wish you were here!!!

10:16 AM  

Post a Comment

<< Home