Craziness beyond frontiers

Tuesday, November 13, 2007

Bitacora del Desamor I.


Valparaiso, ¡Martes 13! de Noviembre.



Perder como unica consigna.

Perder el juicio o la razòn, perder por perder para seguir perdiendo, y asi desmesuradamente perderse dentro de uno mismo, enfrascarse, intoxicarse, saturarse con uno mismo, enfermarse de lo propio, contagiarse de esa plaga que se expande dolorosa, que se hincha como ganglio y huele ferozmente, fatidicamente al olor epidermico de la piel que nos ronda, nos contiene, nos da esa forma atroz que nos entrega a los demas como una sensaciòn multidimensional y putrida de nosotros mismos, de eso que somos, organismos en extinciòn, tenues organismos con infulas expansivas y purulentas, nada, ni siquiera tripa, ni siquiera pasto seco ni siquiera un sospechoso sintoma de "nisiquieras".

Turbulencia sin pausa, movimientos con la cadencia del patetismo, ruta de lo pòstumo, de la incompletud, de la sagacidad y el atrevimiento crònicos, de lo añorado y lo entrañable, de lo ilusorio por infame, de lo inflamable en ciernes, ni siquiera pasto seco, ni siquiera un sospechable sintoma de "nisiquieras".

Y es que si acaso nos ronda un sintoma, es el sintoma de la muerte, eso a lo que huele el aire sì uno afloja las mandibulas y apreta los parpados con fruiciòn por un segundo para dejar de olerse a si mismo como el epìteto desafortunado que es, ente animado pero antes ente nominado y fatalmente denominativo, entes incidiosos en la palabra, entes combustibles, ni siquiera pasto seco, acaso humo en ciernes, acaso el remedo de una bastardez, o el tristisimo episteme que detona y denota tan de adentro de cada uno y que algunas tardes troca un siempre inoportuno sentimiento por esta insensata sensaciòn de vacuidad.



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