Craziness beyond frontiers

Sunday, January 13, 2008

Extravìos Cardinales...


“Somos ángeles sin un señor (...) Estamos obligados a emitir mensajes cuya obligatoriedad sólo se justifica por su propio curso y su propia progresión”.
Sloterdijk.

“La Divinidad está desmenuzada como un pan y nosotros somos las migajas”.
W. H. Auden



Josuè / melodìas estràbicas.

Josuè, sus ojos pardos, su mirada dispersa, ese mirar vitrio y venusino y de descampado post-diluvio y siempre diluìdo hacia el norte, hacia el poniente, hacia el sur, hacia el marasmo accidentado del extravìo cenital o crepuscular.

Ese mirar insòlito, y a segùn el grado de precisiòn de cada brùjula y la posiciòn axial del resto de la humanidad de Josuè y de la composiciòn relativa de la madeja de ganglios y cartìlagos de Josuè flotando, en la inmanencia de la sustancia universal.

Decir de Josuè, un observador "desorientado", serìa una manera de decir "desafortunada" y una imprudencia irrecusable.

Pero decir de esa manera de estar "desorientada" de Josuè, desde todas sus percepciones visuales, posibles e imposibles, desde su mezcla particularìsima de carbono y de oxìgeno, desde esa convergencia incòmoda que nunca lo eximirìa de incomodar, perturbar incluso, a los que ha osado enfrascar en su mirada estràbica, serìa solamente decir de "el mundo aprehendido por Josuè".


Y aùn, en la mirada onìrica de Josuè, aùn antes del inicio del pre-alfa, Josuè parapetando la mirada en el filo del perfil preciso del corte del horizonte en la planicie màs fina de la idea "terraplen", y Josuè dàndose muy pronto por vencido, màs bien re-signado.

Josuè no ve màs que la pendiente del perfil de su nariz desde la izquierda y la sombra difusa del pelambre que conforma la pestaña superior y la ceja, por el lado derecho.

Y aunque es de todos muy bien sabido, que a màs de 5 metros, el infinito se empieza a percibir como un gran "doblez", Josuè, a partir del primer escupitajo de sì mismo en un espejo, tuvo plena conciencia, que los otros, eran incapaces de mirar como miraba èl.

Y es que Josuè, no serìa màs el "Josuè de los otros" desde la primera reflexiòn de ese espectro de "Dios en Josuè", y que conformarìa todas las imàgenes disruptivas de su ego - ¿èl de Dios?, ¿el de Èl?, - traslapàndose en el tiempo.

"Josuè de DIOS".

Los colores de Josuè son todos "mezclas sustractivas" de "los colores primarios" del "Josuè de los otros".

En esto nada tiene que ver "Josuè el bizcocho", pero Josuè, ademàs, es "daltònico".


Color amarillo: objeto "Josuè".
Color magenta: rayos luminosos de los pigmentos de Josuè que absorven las "longitudes de onda de las luces blancas" y reflejan el "resto de Josuè".
Color verde: retorno de los rayos desde "una imagen virtual de Josuè".

Y Josuè, distingue asì, màs matices de "violeta" que los que podrìan distinguir "los que miran a Josuè", y por supuesto, Josuè, puede distinguir "objetos camuflados".

Josuè nunca fuè Josuè desde el inicio de la proscripciòn de la presencia inmanente del Quantum Primigenio en Josuè.

Josuè, - aun y cuando, todas las cuerdas en la tapa abierta de la caja de resonancia de su piano se le traslapan a la vista, pero, aùn y cuando, percuten con la precisiòn del emboque sonoro de cada martillazo de diseño a todo lo largo de la media cola, - va dejando desvanecerse en el aire, con dactilografìa metronòmica, las estelas sonoras de diversas melodìas.

- Partituras excluìdas, por supuesto, y otra imprudencia irrecusable -.

A veces, a segùn se va viendo Josuè "por dentro", flota una variaciòn intricadìsima de "Helter Skelter" , a veces, simplemente se descapsula con rigor "Pavana para una Infanta Difunta", a veces, se carioquea alguna samba, a veces, se desfigura en clave de free-jazz un ritmo guaranì.

Jossette / arquitecturas paganas.


Jossette, su perfecta manera de estar, desde la altivez de su mirada, tan precisa para destellar en todas direcciones.

Ella, tan "ella", escrutandolo todo.

Y Dios ajusta las manijas de los mecanismos de relojerìa que mueven las poleas y los engranajes del disco aceitado, sobre el que gira cada perìmetro perfecto de la làmpara incandescente que es Jossette "irradiando su luz".

Jossette, un "faro" imprescindible para los navìos fenicios.
Jossette, perfectamente "cuerda" en sì misma y desde sì misma, apostrofando todo para sì entre lapsus y re-lapsus de fugacidad, y en cada flashazo irredento, una perforaciòn làser interdicta que nunca es un parpadeo completo.

Jossette, de "re-ojo", si acaso un leve guiño, que no mitiga la voracidad auscultadora con que engulle todo para diluirlo y ahogarlo en las mareas de las toxinas botulìn¡micas de sus ojos.

Jossette, toda ella un candelabro de "dos luces", engarzado desde la base con fina pedrerìa, alumbrandonos con "su razòn de ser" desde las flamas que arden en las dos piras parapetadas en el extremo superior de sus dos brazos alzados hacia la concavidad del atrio de una catedral.




Jossette, exultante, màrmorea y etèrea, y con la mirada velocìsima y aguda de sus fotopaìnas danzantes, demaquillando, y decolorandolo todo.
¡Jossette!, desnudando hasta nuestras precariedades màs imperceptibles, traspasàndonos para ver la aridez desoladora del vacìo màs allà de todo "punto en fuga".

Jossette, remodelando a escala, y en maquetas primorosamente armadas, y con displicencia y con algo de sorna, todo lo "perfectible" despuès de sometido al cedazo binocular de su mirada "de alcance".

Jossette, arquitectura de sì misma, osadamente imperfectible en sì misma, desde su propia desnudez de cuerpo entero, sin vituallas, sin engarces incluso, detràs del vaho de un espejo de cuerpo entero en el cuarto de baño que la supo saberse por primera vez "Jossette".

Jossette, la de las texturas amabilìsimas y los contornos esculpidos para hacer perder la razòn hasta al màs impasible y pervertido de los voyeuristas.

Jossette, ni estràbica, ni daltònica, eso sì, perfectamente aplicada en sus tratamientos terapeùticos relajantes: hidromasajes y mucha gimnasia.



Josuè y Jossette / la arquitectura estràbica y las melodìas paganas.


- En estrictìsimo rigor, Jossette tiene dos ombligos, y la nariz, a veces muy arriba, casi en la frente, y a veces muy abajo, casi debajo de la boca; su presencia es lo màs carente de simetrìa, no asì es, ciertamente ella, una "proporciòn en sì misma". ¡Ademàs ese color de tez!, ¡con tantas pigmentaciones de camuflaje militar!. ¡Y ese singular matiz violacio en las mejillas cuando se finge pudorosa!

- Amarla serìa un despropòsito de proporciones, serìa como intentar una escala pentatònica en un teclado donde las negras no se dejan atrapar.

- En estrictìsimo rigor, Josuè me provoca una sensaciòn de ausencias, aùn y cuando sepa que es èl, - impàvido ante mi presencia -, quien toca esas dulcìsimas melodìas - ¡y es que en verdad, es un ejecutante emotivìsimo!-. No puedo decir màs, prefiero guàrdarmelo para mì, ¡discreciòn ante lo indescriptible!.

- Amarlo serìa como amar la incompletud en esencia, lo indescifrable, lo irreproducible con mìnima decencia, serìa como intentar ubicuidad para un muro en un plano donde ni siquiera existen referencias topogràficas -. ¡Dios nos libre!




Historia del Siamés
Un gato de estirpe real



Procedente de Siam (actual Tailandia), era considerado un animal sagrado, cuyos dueños eran de sangre real y/o sacerdotes.


El robo de uno de los Gatos Reales de Siam de la Corte Real era castigado con la muerte. En 1884 el Cónsul General Británico en Bangkok -Owen Gould- recibió una pareja de siameses de regalo y éstos fueron exhibidos en Londres, por su hermana, un año después. Poco más tarde llegaron a América.


El Siamés es, quizás, una de las razas de gatos más conocidas a nivel popular. El color del Siamés original era el clásico “seal point” (color foca): puntos castaños y cuerpo color crema cálido. Con el paso del tiempo, los criadores desarrollaron más colores con sus programas de cría, pero llevó mucho tiempo reconocerlos. Recién en 1931 se aceptó el color blue como una variedad más. En los 50s y 60s se aceptaron los colores chocolate y lilac point y, aproximadamente a mediados de los 60s, se aceptaron los tabby points y los red points. Aún hoy, entidades como la CFA (USA) no reconoce otros colores que los clásicos seal, blue, chocolate y lilac.

El siamés original tenía ojos estrábicos y anillas en la cola. El estrabismo y los nudos (kinks) en la cola son considerados hoy faltas graves, pero alguna vez fueron tan comunes que se tejieron toda clase de leyendas alrededor de ellos.

Una leyenda cuenta sobre una valiosa copa perdida y dos gatos Siameses encargados de buscarla. Cuando ellos encontraron la copa, un gato se quedó para cuidarla mientras el otro regresó con las buenas noticias. El gato de guardia, una hembra, estaba tan angustiada de poder extraviarla nuevamente que ciñó su cola herméticamente alrededor de ella y la sostuvo tan firme que su cola se retorció permanentemente. Y todo el tiempo en que estuvo esperando el regreso del otro gato, miró fijamente la copa pues temía que ésta desapareciera y sus ojos quedaron bizcos.

Otra leyenda cuenta sobre una princesa que, cuando tomaba sus baños, temía que le robasen sus anillos y entonces se los confió a su gato Siamés. Ella puso los anillos en la cola del gato pero, cuando el gato se durmió, los anillos se cayeron. Así que la princesa ató un nudo en la cola del gato para que esto nunca pudiera pasar de nuevo.

http://www.pets-show.com.ar/principal/Razas_gatos/raza.asp?idraza=4&pag=historias




LOS MANIFIESTOS DE HUNDERTWASSER.


Hundertwasser (su verdadero nombre era Friedrich Stowasser) nació en Viena, en 1928. Murió en el año 2000. Siguiendo su voluntad, fue enterrado sin un féretro destinado a separarlo de lo tierra. Sobre el suelo de su sepultura, se plantó un árbol. Según su creencia, ahora vive en el árbol que crece sobre el lugar de su regreso a la Gran Madre. Hundertwasser desarrolló su arte en dos dimensiones fundamentales: la pintura y la arquitectura. Su conciencia de ciudadano sensible, lo impulsó a reaccionar contra la asfixia y anemia de la arquitectura funcional, racionalista, de superficies rectas y lisas, huérfanas de toda ornamentación.



Hundertwasser se rebeló contra el funcionalismo arquitectónico de Adolf Loos. Consideró que la arquitectura moderna está enferma, por lo que es necesario curarla. Hundertwasser, el pintor, se reinventó entonces como "médico de la arquitectura". Se opuso con valentía a la corporación de los arquitectos profesionales; remodeló edificios, fábricas, casas, una iglesia; confeccionó multitud de maquetas de edificios a recrear. Antes de la intervención del artista austriaco aquellas edificaciones eran sombríos volúmenes monocromos. Luego, la arquitectura renació con brillo, resplandor y magnetismo. Es el pasaje de las construcciones muertas hacia edificaciones rebosante de salud. Como el toque del rey Midas, todo lo que un verdadero artista toca se convierte en oro. Hundertwasser fue un activo artista alquimista.



En su pintura, predominan las espirales, una arcaica vía simbólica hacia un centro de intensidad sagrada.


....los principales manifiestos de Hunbdertwasser, son los documentos de un artista que, al mejor estilo de las perdidas vanguardias que bregaban por la fusión de arte y vida, hizo de la acción estética una fuerza de transformación y apertura de conciencia, de recuperación de la abundancia creadora. La creadora emanación de la vida que se mueve...




Manifiesto del proyecto arquitectónico para Francfort-Heddernheim (Fragmento)



...5. Tejados totalmente cubiertos de césped para andar y pasear por ellos.
...8. Una salida creativa al punto muerto al que ha llegado la planificación urbana, que sentará un precedente mundial...



...Se trata de reconquistar la dignidad humana en la arquitectura, o, simplemente, reconquistar la dignidad humana. ¿A qué se debe el uso indiscriminado de la regla, si todo el mundo sabe que la línea recta es una quimera cómoda, pero peligrosa, que lleva a la ruina?...


...La arquitectura Bahaus, que está en trasfondo de la arquitectura residencial, puede describirse como fría, carente de emoción, dictatorial, cruel, agresiva, blanda, estéril, austera, fría, prosaica, práctica, anónima y vacía hasta el aburrimiento: la quimera de la funcionalidad...



...El sufrimiento obligado de los habitantes de estas casas dictatoriales forma la base de la miseria general, física y espiritual que sufre nuestra cuivilización occidental, el estado, la naturaleza y nosotros mismos. El arquitecto y el urbanista son hoy, más que nunca, débiles marionetas en manos de clientes sin escrúpulos....

....La utilización ciega, cobarde y estúpida de la línea geométrica recta ha convertido nuestras ciudades en baldíos desolados, desde el punto de vista estético, espiritual y ecológico...
....la línea recta y sus derivados son úlceras cancerosas que envenenan, por igual, la planificación urbana y la salud física....



...Nuestras ciudades son la realización de los caprichos dementes de arquitectos criminales que nunca hicieron el juramento hipocrático de la arquitectura: me niego a construir casas que puedan dañar a la naturaleza y a las personas....


...3. Tolerancia de la vegetación espontánea....


...Necesitamos barreras de bellezas con urgencias. Estas barreras de belleza consisten en irregularidades no reguladas y esta irregularidades no reguladas consisten, bien en vegetación espontánea, o en la creatividad del individuo....

...Los malos tratos mentales infligidos en escuelas construidas al estilo de los campos de concentración exceden, incluso, al castigo físico que estas escuelas representan....


(...) Sólo nosotros hacemos paraísos con nuestra propia creatividad, en armonía con la creatividad libre de la naturaleza....
Viena, 14 de mayo de 1987.


http://www.temakel.com/texolhunderwasser.htm


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